Hacer un maniquí también es hacerme a mí misma
Este proyecto nació como una tarea académica, pero terminó siendo una experiencia íntima de autoconstrucción. El objetivo era reflexionar sobre nuestra evolución: primero como personas, a través de un bustier, y luego como diseñadoras, con un corset.
Al principio, me costó representar mi interior en una prenda, pero con introspección logré exteriorizar lo que necesitaba decir.
La esencia de lo único
El bustier representa mis heridas: cicatrices emocionales que no deben ocultarse, sino mostrarse con orgullo. Son parte esencial de lo que soy hoy.
Por otro lado, el corset, elaborado en cuerina, evidencia mi dualidad creativa. Su estructura refleja una parte rígida y otra fluida, aludiendo a cómo diseño desde el contraste. Las perlas aportan un toque de sensualidad que equilibra lo emocional con lo estético, reforzando esa mezcla entre lo frágil y lo firme, lo íntimo y lo poderoso.
”El alma que se cura a sí misma puede curar a otros“
